Según Garmendia, "Hace falta que los nuevos sectores tecnológicos cojan más peso, pero sin ninguna duda, que haya estos sectores tradicionales que seguirán siendo claves para nuestra economía, emprendan la senda del camino del I+D+I" Ese necesario reequilibrio pasa porque los sectores tradicionales, como la construcción, el turismo, el textil, entren en la senda de la inversión en I+D+I para entrar en nuevos nichos", agregó, y puso como ejemplo la industria de la ciencia, muy concentrada en sectores de la ingeniería y la construcción.
La apuesta de Garmendia por llevar la innovación a los sectores más tradicionales de nuestro país, supone el reconocimiento por parte de la administración, de la innovación como motor económico, precisamente para superar estos momentos de incertidumbre económica.
Por otro lado, como datos positivos, destacamos que el presupuesto del ministerio se mantiene, "La reivindicación del mantenimiento de la inversión en I+D+I ha trascendido el ámbito científico, esto es inédito", señaló. "Hay una conciencia ciudadana unánime en reivindicar el I+D+I".
En cambio, negativamente, Garmendia destacó algunos aspectos en los que España aún anda lejos de alcanzar sus objetivos:
- El peso del I+D+I en el Producto Interior Bruto de España se sitúa en el 1,27 por ciento, lejos del objetivo del 2% previsto para 2010
- España, por su tamaño, debería tener 48.000 empresas innovadoras, pero según el INE hay 11.000
- Hace falta reducir la brecha entre la generación del conocimiento y su aplicación.
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